Las 5 bandas sonoras nominadas a los Premios Óscars 2021

Como todos los años, comentamos las 5 bandas sonoras nominadas a los premios Óscars que se entregan este domingo.

No habrá otro año como el 2020. Afectados por una pandemia inesperada y pocas veces vista en la historia de la humanidad, el mundo cambio para siempre. Uno de las industrias más afectadas fue la del cine, que vio cerrar casas productoras, aplazar estrenos y suspender eventos. Los premios de la Academia no fueron la excepción, al haber agendado la ceremonia por primera vez para abril y además, extendiendo la fecha de corte para que una película clasifique a ellos, desde el tradicional 31 de diciembre a los primeros meses de 2021. Como todos los años (revisen acá ediciones anteriores), “BSO magazine” comenta las 5 películas nominadas en la categoría de mejor banda sonora, señalándole las imperdibles y sus posibilidades de ganar. Pese a ser un año que podríamos tildar de “débil” debido a los pocos estrenos, la verdad gran parte de las nominadas está ahí por méritos propios y pudo haber competido en cualquier otro año en condiciones normales (les recordamos hacer click en cada una de las reseñas para ver nuestro análisis en extenso).

Da 5 Bloods

Da 5 Bloods. Director: Spike Lee. Compositor: Terence Blanchard.

Quizás la menos afectada de todas por el Covid, pues “Da 5 Bloods” fue siempre pensada para ser estrenada en Netlifx, que sigue sumando y sumando espacio en los premios. De hecho, son 2 películas de Netflix las nominadas a mejor banda sonora, como veremos a propósito de “Mank”. Como era de esperar, Spike Lee acude a su tradicional compañero de ruta, Terence Blanchard, quien otorga un trabajo que, en lo negativo, parece ser la parte 2.0 de “BlacKkKlansman”, pero que en lo positivo, se interioriza mucho más en el drama de los personajes aprovechando que la historia de estos veteranos de Vietnam tiene mucho menos espacios para reírse que la historia del agente infiltrado en el Ku Kux Klan. 

  • Imperdibles: la gran obertura en la operación de aseguramiento del helicóptero (“What This Mission’s About”), la música dedicada a lo que la guerra les hizo perder (“Otis and Tien Have Dinner”) y el perdón y liberación de Paul en la conversación con su querido Norman (“Paul and Norman”).
  • Posibilidades de ganar: bajas. Como les comenté, este fue un año relativamente débil y prueba de ello es la presencia de “Da 5 Bloods”, una banda sonora que de creativo tuvo poco. Para mí está fuera de carrera y es una de las 2 bandas sonoras que no habrían estado acá en condiciones normales.

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Mank. Director. David Fincher. Compositores: Trent Reznor y Atticus Ross

“Mank” es la película más nominada de esta edición de los Oscars, compitiendo en 10 categorías. La película de David Fincher trae nuevamente como cooperadores en la banda sonora a Trent Reznor y Atticus Ross, en una película de culto que habla precisamente de una de esas historias polémicas de Hollywood: el rol del guionista Herman Mankiewicz en el aclamado guión de “Citizen Kane”. Pese a la depresión económica de la época, la música de Reznor y Ross es alegre y tradicional, mostrándonos también el proceso al interior de la cabeza de Mank, quien poco a poco empieza a decepcionarse del mundo que lo rodea. Una interesante propuesta de ambos compositores, quien acuden a un estilo que no les habíamos visto.

  • Imperdibles: “A Fool’s Paradise”, un jazz que nos muestra todas las luces de Hollywood y las casas productoras (incorporando una máquina de escribir como instrumento) y “Election Night-mare” como un viaje al yo interior de Mank que cada segundo se vuelve más oscuro como consecuencia del mundo que tanto admiraba.
  • Posibilidades de ganar: Creo que este año el Oscar será para Reznor y Ross sea por “Mank” o por “Soul”, pero “Mank” corre segunda en la competencia interna, por lo que el Óscar no iría para este trabajo pero sí para Reznor y Ross.

Minari

Minari. Director: Lee Isaac Chung. Compositor: Emile Mosseri.

“Minari” es la gran cenicienta de la lista. Con muy buenas críticas, esta pequeña producción se robó el corazón de todos quienes la vimos, en especial por su enfoque dramático centrado en la familia y sus dinámicas propias (marcadas por la necesidad económico y la migración). La banda sonora de “Minari” se la debemos a Emile Mosseri, y es precisamente un viaje al interior de Estados Unidos como al interior de esta familia, con melodías muy minimalistas que invitan a la contemplación y ver la evolución de la relación con esta preciosa abuela, desde el desconocimiento hasta la protección.

  • Imperdibles: “Big Country” suena mientras llegan a su nueva casa y recorren las praderas de Arkansas, sin embargo el punto redondo de la música es como en “Intro” y “Outro” la relación con la abuela y su pequeño nieto hace un cierre completo, desde el miedo y la separación hasta el amor y la inclusión. 
  • Posibilidades de ganar: por méritos propios, vemos pocas. Sin el apoyo de grandes casas productoras, sus posibilidades disminuyen todavía más.

News of the World

News of the World. Director: Paul Greengrass. Compositor: James Newton Howard.

Sin lugar a dudas, “News of the World” es la película más débil del listado. Como pueden ver en nuestra reseña, la verdad la idea del conflicto parece muy artificial, en especial para quienes tenemos menor vínculo con la historia de Estados Unidos. Sin perjuicio de lo anterior, la banda sonora de James Newton Howard es un punto alto y destacable, pues entrega unos temas muy interesantes respecto de los pueblos que visitan e incluso, respecto de estos conflictos que como les comenté, son en su mayoría prescindibles en la historia.

  • Imperdibles:”Arriving at Red River” y “The Road to Dallas” son mis favoritas, pues con da color y vida a los pueblos que visita el Capitán, aunque mi favorita es “Kidd Visits Maria” donde el Capitán decide cerrar su historia pasada y partir en búsqueda de Johanna. 
  • Posibilidades de ganar: el peso del nombre de James Newton Howard es muy importante pero no suficiente para corregir todos los desperfectos de la película. No debiese ganar.

Soul

Soul. Director: Pete Docter. Compositores: Jean Batiste, Trent Reznor y Atticus Ross

En “Soul” conviven 2 bandas sonoras. Primero, la de Jean Batiste dedicada a la vida en Nueva York y construída sobre un hermoso e increíble jazz, y por otra, la de Trent Reznor y Atticus Ross, quienes con su estilo que tanto los caracteriza, crean la música moderna y minimalista que acompaña la vida de las almas y mentores en The Great Before. La línea entre uno y otro trabajo está perfectamente delimitada, y la pequeña “invasión” de Reznor y Ross con la melodía de Joe cuando entra en trance para volver voluntariamente a Great Before, es prueba también de ello. Para hablar de Joe, Reznor y Ross no se apoyan en el jazz, pudiendo hacerlo como bien demostraron en “Mank”. 

  • Imperdibles: para ver lo mejor de Batiste, “Born to Play” y “Space Maker”. El estilo de Reznor y Ross, en el contraste de The great Before y The Great Beyond. Pero yo me quedo tanto con el tema que mezcla ambos estilos “Pursuit/Terry’s World” como con el tema introspectivo que Reznor y Ross respetuosamente entregan a Joe (“Epiphany”). 
  • Posibilidades de ganar: para mí, es la gran favorita. Está unos pasos sobre “Mank” y Reznor y Ross no se irán sin su segunda estatuilla.
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Jon Batiste, Trent Reznor & Atticus Ross – Soul (2020)

Trent Reznor y Atticus Ross se unen a Jen Batiste en una de las mejores bandas sonoras en la historia de Pixar. Esto es «Soul».

Soul

Muchas veces, de manera cómica por supuesto, he dicho “debí morir ese día”. Un momento de la vida donde parece todo estar bien, donde uno se siente realizado y completo. Ese nivel de plenitud parecía estar llegando a la vida de Joe Gardner, quien luego de muchas frustraciones como profesor de música en una secundaria en Nueva York, encuentra casi por azar la posibilidad de su vida al ser invitado a tocar como pianista al cuarteto de la leyenda del jazz, Dorothea Williams. Sin embargo, y producto de su emoción, cae un alcantarillado pocos minutos después, lo que le provoca la muerte. O eso es lo que tenemos que descubrir en “Soul”, entendiendo como Joe puede enfrentarla o asumirla justo cuando piensa que después de mucho tiempo de creer que su vida no significaba o valía nada, algo parecía estar abriéndose en su futuro.

La banda sonora de “Soul” es en verdad 2 bandas sonoras en una, como reflejo de la historia que transcurre entre las calles de Nueva York y The Great Before, una especie de paraíso pre existencial donde una serie “mentores” afortunados (donde Joe cae por suerte) deben formar a las nuevas almas que llenarán el mundo. La banda sonora de Nueva York, o de la vida de Joe Gardner, se la debemos a Jon Batiste, un multicompositor norteamericano y prodigioso pianista que tenía una extensa carrera musical pero que en el mundo de las bandas sonoras era un desconocido. Aprovechando la importancia del jazz en la historia y en la vida del protagonista -en especial a través del piano-, Batiste nos entrega una banda sonora que es prueba fehaciente del estilo de vida neoyorkino. Con mucho vértigo e improvisación, su estilo se nos presenta en “Born to Play” cuando un apuradísimo Joe Gardner recorre las calles de la Gran Manzana, con uno que otro riesgo, para asistir a la prueba/invitación que le consiguió un ex-alumno para intentar ocupar de urgencia un lugar en el cuarteto de Dorothea Williams. Como podemos ver al momento de estar 22 en el cuerpo de Joe, este es un tema más de la ciudad que el personaje principal, aun cuando uno y otro parecen totalmente confundirse (no podemos hablar de Joe sin hablar de New York, ¿no?). 

La otra banda sonora, la del mundo pre existencial, se la debemos a nuestros favoritos, Trent Reznor y Atticus Ross. Instrumentalmente, entre una y otra hay un contraste evidente, pues olvidando quizás lo logrado con “Mank” este año, Reznor y Ross acuden a su estilo tradicional, moderno, minimalista y creativo, constituyendo un verdadero retorno a ese estilo tan particular y único que habían alcanzado trabajando principalmente con David Fincher en “The Social Network” y “Gone Girl”. Dentro de dicho estilo, por supuesto, hay un millón de matices. Prueba de ello son las escenas iniciales, donde manteniendo la misma esencia, se pueden se pueden provocar emociones totalmente distintas, como sucede a la hora de musicalizar el misterio y terror absorbente de “The Great Beyond”, o la incertidumbre mucho más calma de “The Great Before”. De cierta manera, y sin que a lo largo de la película sepamos qué hay verdaderamente hay en Great Beyond, con su música Reznor y Ross nos demuestran que al menos lo que sí conocemos, Great Before, es un proyecto mucho más acogedor y a la postre desafiante para Gardner. “Portal/The Hall of Everything” sigue precisamente dicha línea, con instrumentos o sonidos que podríamos denominar más “infantiles”o “ingenuos” por el trabajo que los mentores deben hacer en las pequeñas almas. 

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Uno de los puntos altos de la mitad que le debemos a Reznor y Ross y que probablemente pase desapercibido para muchos, es el tema que entregan para Terry, el obsesivo guardián a las puertas de “The Great Beyond”. Encargado de contar cada una de las almas que deben y entran en dicho portal, su música precisamente tiene un instrumento que sobresale sobre todos los otros precisamente cumpliendo el rol que fascina al mismo Terry: contar, contar y contar. Impetuoso, orgulloso y vanidoso, es un personaje fundamental en la película porque opera como un cómico villano, que al mismo tiempo logra aportar tensión pero también humor. 

Si quieren ver como estos dos mundos musicales se encuentran, el de Batiste por un lado y el de Reznor y Ross, por el otro, deben escuchar “Pursuit/Terry’s World”, cuando un confuso 22 arranca de Joe en versión gato, desorientado por la vida que está viviendo, para ser detenido precisamente por Terry (y su tema), quien abre un portal por el que retornan a The Great Before. Es precisamente el momento en que cruzan dicho portal que la música de Reznor y Ross reemplaza a la de Batiste, de una manera muy bien lograda entre lo visual y lo sonoro. Sin embargo, la escena más emotiva de la película y también de la música, es cuando Reznor y Ross deciden ir un poco más allá. Sabiamente, sin invadir el trabajo de Batista, aprovechan su oportunidad de musicalizar la vida de Joe en Nueva York, dentro de su apartamento, con una melodía sutil de piano que es verdaderamente inolvidable. Si bien, y acá podemos ya hablar de spoilers, Joe termina regresando a la tierra por méritos propios, lo cierto es que en “Epiphany” Reznor y Ross son capaces de mostrarnos mediante la improvisación de Joe que, siguiendo el ejemplo de Dorothea, ya está en el océano y simplemente no lo sabía. Pese a que hasta hace poco creía lo contrario, vivir la vida es en sí mismo un propósito en la vida, y su obsesión por ser un jazzista reconocido lo había vuelto de cierta manera ciego. 

La música es también una forma de hablar. Así nos cuenta un inspirado Joe Gardner cuando le narra a sus alumnos el momento en que acompañado de su padre, vio a un artista interpretar de tal manera una improvisación de piano, que supo de inmediato lo que quería hacer a futuro. En un comienzo, no logra encender una “chispa” en ellos, o al menos no en todos ellos. Pero la música es capaz de hacerlo, lo sabemos. La banda sonora de “Soul” es probablemente de lo mejor del año, y servirá sin dudas para prender la chispa en muchos que tuvieron un difícil 2020 y no encuentran bandas sonoras que recordar. En especial, servirá para valorar mejor a Atticus y Ross, primero porque el trabajo en “Soul” es extraordinario, y segundo, porque también vimos este mismo año que son capaces de salir de su zona de confort con “Mank”.

Trent Reznor & Atticus Ross – Mank (2020)

Trent Reznor y Atticus Ross se vuelven a unir con David Fincher en «Mank».

El 2020 fue una oportunidad para volver a encontrarse con David Fincher. Seis años después de “Gone Girl”, el director norteamericano era convencido por Netflix de hacer la película que todo director debe realizar en su vida, una en que el mundo del cine sea el eje central de la historia. Y vaya propuesta arriesgada, pues en “Mank” David Fincher toca temas bastante complicados de Hollywood, como los escritores bajo las sombras y en especial, la censura, en este guión tan especial para Fincher, pues fue escrito por su padre, Jack, quien lo había terminado a comienzos de los 90’s, sin ver la luz hasta la fecha (y menos, antes de su fallecimiento en 2003). Por eso, así como nosotros esperamos por ver a Fincher, Fincher esperó por ver materializado “Mank”. 

Como era de esperar, Fincher acude a sus dos grandes compañeros en lo que a bandas sonoras se refiere, con quienes trabaja al menos desde el año 2010 con “The Social Network” (cuyo análisis pueden revisar en este enlace, para nosotros la mejor banda sonora de la década pasada). Hablamos de Trent Reznor y Atticus Ross, quienes acostumbraban desarrollar con Fincher bandas sonoras más “modernas” y directamente minimalistas en muchos casos, por lo que mucha expectación había respecto de lo que Reznor y Ross podían ofrecer en un drama biográfico de época. El resultado, en todo caso, termina siendo muy (muy) interesante. 

“Mank” es una banda sonora de luces y sombras. Se divide claramente en 2 temas o estilos principales. El primer de ellos, el más vistoso, es aquel basado en el jazz y es verdaderamente “luminoso” porque lo que hace es musicalizar un mundo lleno de luz como es Hollywood y sus distintas casas productoras. Centrándonos en la figura del guionista Herman Mankiewicz (increíblemente representado por Gary Oldman), Hollywood y MGM en específico se nos muestran como un lugar donde la vida se lleva al máximo, con las cosas buenas y por supuesto los excesos. La escena en la que suena “A Fool’s Paradise”, por ejemplo, a través del jazz no muestra que esta no es solo la vida soñada por Mank sino por todos quienes quieren entrar a la producción cinematográfica; en “MGM” vemos que es una industria muy efectiva y sin pausa -siendo la música refrescante en planos muy largos-; y en “Glendale Station” nos damos cuenta que logrado reconocimiento (como Mank lo tiene) la fiesta nunca termina. Esta forma de musicalizar también al personaje principal es un acierto de Reznor y Ross, pues si bien Mank es una figura extravagante y entretenida, es también una persona muy mal educada, que respeta estándares sociales ni morales, pero pese a todo, parece siempre (o la mayoría de las veces) agradar y caer en el lugar correcto. 

Pero como dijimos, no todos es luz en “Mank”, porque no todo es luz en el personaje de Oldman. Por supuesto, en un comienzo su realidad es muy oscura tras su accidente que le ha costado estar postrado (“Victorville”), en un tema musical que está muy en línea con lo visual de la película y con el drama interior de Mank, quien tras su sonrisa (y querer pasar siempre de listo), esconde una serie de problemas, en especial una adicción al alcohol que no lo deja vivir. Este estilo de vida lo lleva precisamente al extremo de escribir el guión de “Citizen Kane” en circunstancias muy especiales, y a una lucha interna de poder contra la censura (por quienes se veían afectados por el guión) y contra el justo reconocimiento (en la figura de Orson Welles), tomando una serie de decisiones complicadas. Por un lado, es amenazado de modificar el guión, pero en su interior quiere todo lo contrario, ojalá más reconocimiento pues siente que esta es (y terminó siendo) su obra maestra. Por eso, “The Organ Grinder’s Monkey”, refleja de manera espectacular el proceso en la mente de Mank, quien debe decidir si es o no para la industria lo que el mono es para lo que en Chile conocemos como un “organillero”. 

Si “Mank” les fue difícil de ver (porque lo es), y quieren darle una vuelta a la banda sonora en un par de minutos, esta idea de la doble militancia de Mank pueden verla en la secuencia de la gala por las elecciones. Mientras Mank disfruta lo mejor de Hollywod, la comodidad, el alcohol y la noche en “Scenes from Election Night”, dentro de él lo consumen sus monstruos. Como nadie, sabe cómo los grupos de poder han boicoteado la elección del candidato socialista, y el triunfo del Republicano le parece cada minuto más aborrecedor. Por eso, la música cambia de manera inmediata, a medida que Mank se enfrenta a sus peores temores, todo mal canalizado por el alcohol. “Election Night-mare” es precisamente la música de quien se encuentra atrapado en una pesadilla de la que es difícil salir. Porque el mundo en el que vive lo atrae, pero le genera odio.

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