En sus pocos años de trayectoria, Ludwig Göransson ha ganado reconocimiento mundial. La frescura de su banda sonora en “Black Panther” revitalizó musicalmente un mundo cinematográfico que digámoslo, estaba muerto musicalmente. Por eso no sorprendió que pese a ser una película comercial y de súper héroes, Göransson fuera reconocido con el Premio de la Academia a la mejor banda sonora. Pero estos trabajos magistrales coincidieron con otros que de original tenían poco o nada. Se me viene a la mente especialmente las nuevas entregas de Creed, donde Göransson nunca logra despegar del legado musical de Rocky y su música se vuelve por momentos, directamente aburrida. De hecho la misma fanfarria de Rocky aparece muy nítida en quizás su trabajo más famoso, “The Mandalorian”.
La primera película de Nolan sin Hans Zimmer desde “Batman Begins” era la oportunidad perfecta para que Göransson deslumbrase. Un director que es capaz de crear mundos como ningún otro, y quien además otorga a la música un papel tan fundamental en sus películas. De hecho, creo que es fundamental detenerse en la primera escena de “Tenet”, para entender el peso que tendrá en ella música. Como en la apertura de dos películas de “acción” (“Dark Knight Rises” y en “Dark Knight”), Nolan permite que el director se luzca, y en “RAINY NIGHT IN TALLINN” Göransson lo hace, en especial con instrumentos que no habíamos visto mucho en Nolan (con excepción quizás de la percusión muy de “Batman” a partir del minuto 4:00). Este estilo más industrial y rústica también queda claro, por ejemplo, en “FREEPORT”, donde hay algo ”nuclear”, como si por momentos estuviésemos midiendo con un densímetro y el movimiento de la aguja fuese el instrumento que se incorpora a la música.
Dicho lo anterior, advierto desde ya que muchas cosas “novedosas” en Tenet, y otras no tanto. En lo nuevo, me detendré en el aspecto “investigativo” o “científico” donde Góransson se luce, pues así como Zimmer se la jugó por el tono de Shepard en Dunkirk (pueden leer acá nuestra reseña), Göransson apuesta por otra técnica acorde a la trama de Tenet. Hablamos del canon retrógrado o cancrizante, un subgrupo de canon donde el acompañamiento es la misma melodía marcha atrás. Así como la historia de Tenet puede ser mirada a través de un espejo (donde todo está invertido), la música de Góransson sigue la misma lógica. En “Posterity”, que acompaña el clímax de la película, pueden escucharlo claramente. Este efecto es realmente increíble, e independiente del gusto o no de cada tema en específico, es algo a admirar,
Otro aspecto interesante es que si bien estamos ante un thriller y una película donde la acción es lo principal, Góransson encuentra espacio en su música para el drama humano, centrado en la figura de Kat (Elizabeth Debicki) y el control y violencia que sobre ella ejerce Sator (Kenneth Branagh). Este tema lo vemos aparecer por primera vez en “BETRAYAL” cuando el “Protagonista” (John David Washington) come con ella y le cuenta su historia con Sator y por qué no puede escapar (tema que por lo demás, el Protagonista terminará haciendo propio). Otra forma de llevar la música a escala humana también aparece en el tema de Sator, donde su estado de salud forma parte de la música (con claros latidos de corazón y falta de oxígeno), como también sucede “RED BLUE ROOM”. De hecho, la respiración que escuchamos también en “SATOR” es la del propio Christopher Nolan.
Pero como advertí, no todo es bueno en Tenet. Al final, tanto la música de Göransson y la película de Nolan gozan de una grosera falta de originalidad. La escena del atentado en Kiev es ver partes de “Dark Knight Rises”; el combate del final recuerda mucho a “Dunkirk” y las peleas mano a mano en los pasillos son casi iguales a las de “Inception” -por supuesto, con los ajustes narrativos-. Y en cuanto a la música, “747” es casi idéntica a la música de Batman, “TRUCKS IN PLACE” tiene mucho de la música de los Chemical Brothers en “Hanna”, y si me pongo mas quisquilloso, “MEETING NEIL” tiene mucho de “Her”. Todo, por nombrar temas que completos, parecen poco originales (porque si nos vamos a partes específicas de otros temas, la lista suma y sigue). Por eso, si bien Göransson demostró que Nolan puede sobrevivir con Zimmer, Nolan debe poder exigirle más a sus compositores a futuro. La mitad novedosa de Göransson demuestra que vale la pena.