Hace mucho tiempo que no veíamos a Alexandre Desplat en plenitud. Con ello no queremos decir que ni entregase trabajos buenos. Los hay, por supuesto. Sino que trabajos donde se le diera absoluta libertad de crear a su estilo. Esa oportunidad llega con “Little Women”, la aclamada película de Greta Gerwig. Su historia es un vestido que le calza perfecto, donde la época, la belleza, el amor, el arte y la capacidad creativa de los personajes le permiten construir una de las grandes bandas sonoras del año. Una banda sonora elegante y clásica, que nos vuelve al Desplat más histórico y no tan blockbuster (como en “The Imitation Game” o “The Shape of Water”), que vino a ser muy rupturista quizás precisamente porque al narrar una historia 100% norteamericana, prescinde de dicho contexto cultural y con pinzas, rescata los puntos clave de esta historia que en el fondo, es humana, con una banda sonora que se puede decir “universal”.
“Little Women” es a estas alturas una franquicia con distintos resultados (muchos temían que Gerwig se quemase con una adaptación donde no había nada nuevo que contar). Con todo, las previas adaptaciones de la cinta habían exigido siempre lo mejor de sus compositores. Por lo mismo, no cuesta recodar que versión de 1994 es de lo mejorcito de Thomas Newman en su carrera, así como en algunos años, recordaremos que la “Little Women” de Greta Gerwig es de lo mejor que Desplat haya entregado en su carrera.
Sin duda la música de Desplat es dedicada mayoritariamente al personaje principal, Jo March (Ronan). La música de ella es siempre “desordenada” y marcada por las cuerdas. Muy propia de una persona que vive su vida a todo ritmo y rompiendo los esquemas de lo que se espera de una mujer de su época. Pueden escuchar “Little Women”, que suena mientras ella cruza contenta Nueva York luego de que le compren su primer cuento (algo inesperado para una mujer), o “Dance on the Porch”, donde encuentra con Laurie (Chalamet) cierta complicidad al participar alternativamente en la tradicional fiesta, a cuyos esquemas no quiere adaptarse. Este estilo musical también está presente en “Carriage Ride” cuando las hermanas obligan a Jo a correr tras Friedrich, con un toque cómico y de torpeza particular para una Jo que no sabe bien como manejar sus relaciones. Una idea de inocencia que transita por toda la película y la banda sonora de Desplat.
Por lo mismo, creo que pese a ser todas las hermanas March muy identificables en lo que a caracteres se refiere (la escritora rebelde, la tradicional pintora, la enamoradiza actriz, y la delicada pianista), la música no es de cada una de ellas -salvo Jo, por supuesto- sino de las emociones y relaciones que construyen. Tampoco hay un tema principal, sino varios hermosos temas, creo precisamente porque de eso se trata la vida. Como dije antes, es una historia familiar que transcurre entre la casa de la pudiente pero sencilla familia March, opuesta a la presencia de su acaudalada tía que quiere para ellas una vida más tradicional (“Plumfield”), pero que además está marcada por la juventud o edad de sus protagonistas. Sus problemas son propios de las adolescentes de la época, llenos de amores idealistas pero de frustraciones de un país en guerra y una sociedad que esperaba poco de ellas. Por ello, cuando Jo se da cuenta que al parecer ha perdido todo (su hermana menor, el amor de su vida), toma la decisión de terminar su obra. “Jo Writes” es un tema absolutamente decidido, reflejando además que al contar la propia historia de los March, Jo debe sacar muchos trapos al sol. Los felices, los dolorosos, los propios y los de cualquier norteamericano. Todos. Y en su caso especial, plantear un empoderamiento femenino, además, que es el sabor particular de la versión de Gerwig y que hace que funcione tan bien una adaptación tantas veces visitada por Hollywood.
Un aspecto que me gusta mucho de esta banda sonora es que, pese a las cosas malas que le pasa a cada una de las mujercitas -en distintos niveles-, este es un soundtrack lleno de luz. Esto es virtud del trabajo de Gerwig, pues en su propuesta es capaz de obtener algo bueno de todo lo que sucede, aun cuando estemos observando situaciones en extremo tristes (por ejemplo, la ayuda que la familia da los más necesitados en Navidad). De hecho, la música triste está vinculada a la ausencia del padre, quien ha marchado voluntariamente a una guerra que considera justa (“Father Comes Home”), algo que por supuesto define el carácter de Jo, y también en la muerte de Meg (“Amy, Fred, Meg & John”), que será el último impulso que necesitarán todos para asentar su vida. Por supuesto, en Desplat hay espacio para el amor tradicional y todas las formas en que este se manifiesta. Primero, en el amor romántico que es capaz de esperarlo todo (“Laurie Kisses Amy”), pero también en el amor que Jo empieza a descubrir en Friedrich (“Friedrich”). Esto conecta con el lado más emotivo de Laurie, el cual se desarrolla a lo largo de la película.
Un comentario en “Alexandre Desplat – Little Women (2019)”