Esta semana se estrena una de las películas más esperadas de este 2019, y probablemente, uno de los live action anunciados por Disney que generaba las más altas expectativas. Dirigida por Jon Favreau (Iron Man, The Jungle Book entre otras) hablamos de “The Lion King”, que viene a ser una nueva versión de la aclamada cinta de 1994, una de las más vistas en la historia del cine y que probablemente marcó la infancia de muchos. En esta columna, veremos omo marcó mi infancia. Pero antes de eso, me gustaría comentar también que esta es una gran oportunidad para relanzar la sección de BSO Magazine denominada “Original vs Remake”, donde precisamente lo que hacemos es comparar la banda sonora de la versión original de una película con la de su remake posterior. Ahora bien, con una gran diferencia a la mayoría de los trabajos que veremos ahí. En este caso, ambas bandas sonoras, aun cuando existen 25 años de diferencia, corresponden al mismo compositor: Hans Zimmer.
Uno de los recuerdos más lindos que guardo de mi infancia, es de cuando mi padre me llevó junto a mis 3 hermanos a ver “El Rey León”. Él nunca ha sido público de cine (de hecho, se refiere a él como “teatro”), y en su ignorancia, compró entradas para una función subtitulada en el antiguo cine de los Cobres de Vitacura (hoy Amanda). Ahí estábamos los 3, uno de 4 años, el otro de 6 y el mayor de 9, tratando de entender lo que salía en pantalla. Y mi padre, en un acto de total amor, nos sentó en sus piernas a los 2 menores y nos leyó los subtítulos durante toda la función. Fue entonces un vínculo inmediato con la película, que luego se potenció cuando, conociendo su carga emotiva, mi viejo nos regaló el VHS que vimos y revimos hasta aprendernos todos los diálogos de memoria. Esto hace que para mí, “El Rey León” sea siempre una película sobre la paternidad.
Me emocioné mucho cuando hace poco el mismo Zimmer comentó lo difícil que fue para él participar de una película de Disney, porque se sentía incapaz de contar historias de (generalizando) hadas y princesas con príncipes. Pero en “The Lion King” precisamente eso era lo que no quería Disney. Esto porque el corazón de esta historia es el de un hijo perdiendo al padre, algo que vivió el mismo Zimmer cuando era joven y que lo convenció de participar (además de poder ir por primera vez a un estreno con su pequeña hija). Y ahí, de nuevo, vuelve a aparecer la paternidad en una cinta que ya estaba carga de emociones para mí. Volver a reinterpretar su música pensando ahora en un padre y en su hijo es lo que venimos a hacer ahora.
Primero me centraré en el momento más triste de la película, la muerte de Mufasa. El tema de Zimmer acá es “…To Die For”, en una clara alusión al sacrificio de Mufasa dispuesto a morir por salvar a su hijo, aunque bueno, en los diálogos de la película es la respuesta de Scar a la pregunta de Simba de si le gustará o no la sorpresa que supuestamente le tiene su padre. Lo mejor de este tema son sus momentos. Primero, la incertidumbre del problema que viene, luego la presencia de la estampida ñus (con la incorporación de las voces), siendo este el punto más alto en lo que a tensión se refiere. Pero luego empieza la carga emotiva, desde que Mufasa deja a salvo a Simba (con voces de logro que permitían ilusionarse), pero luego la muerte de Mufasa a manos de Scar y a un triste Simba incapaz de reanimar el cuerpo de su padre. Hablamos de un tema musical que muestra todo el espectro de creaciones de Zimmer, pues en una misma pieza nos muestra a un padre dispuesto a morir por un hijo, un hermano dispuesto a matar a su otro hermano por tener el Trono, y luego la capacidad del mismo Scar manipular al pequeño y culposo Simba, forzándolo al exilio.
Ahora bien, probablemente todos recuerden “This Land”, quizás el tema principal de la cinta. Este aparece en la película en dos oportunidades, primero, con el nacimiento de Simba y el dibujo de Rafiki, pero luego, el encuentro de Simba con el fantasma de su padre. Nuevamente, es Zimmer quien potencia el dolor de Simba ante la ausencia (antes física, luego también espiritual), la misión que le encomienda el espíritu de Mufasa y la inseguridad y culpa de quien debe reclamar el trono. Una decisión nada fácil, pero que se termina tomando favorablemente para los intereses del Reino. Por lo mismo, ¿Quién podría olvidar a Simba corriendo, decidido, corriendo a derrocar a Scar, y a Rafiki celebrando tras suyo? Este contraste inicial del tema con su feliz desenlace es el que vemos luego también en “King of Pride Rock”, cuando Sarabi, la madre de Simba, encara a Scar y es agredida por éste, que luego termina siendo el último empujón que necesitaba Simba para mostrarse. Por breves segundos, Zimmer da una increíble melodía que recuerda como Scar quiso, en un comienzo, mostrarse sorprendido, para luego culpar a Simba de la muerte de Mufasa, quien hidalgamente lo reconoce. Su cierre, feliz de nuevo, corresponde al emotivo ascenso de Simba, bajo la lluvia, al trono de Pride Rock.
Sin duda, “The Lion King” es una banda sonora que marcaría un antes y un después en su carrera, no sólo por el impacto de la película sino por su calidad (motivo por el cual la incorporamos dentro de las 15 mejores bandas sonoras de la carrera de Hans Zimmer). Además, perduró por las notables canciones de Elton John (“Circle of Life” y “Can You Feel the Love Tonight”), que no tuvimos tiempo de comentar.
Un comentario en “Hans Zimmer – The Lion King (1994)”