Continúa nuestra cobertura especial de las bandas sonoras de la saga de Harry Potter donde esperamos traerles los 8 soundtracks en 8 semanas. La semana pasada hablamos del trabajo de John Williams en Harry Potter and the Philosopher’s -Sorcerer’s- Stone (2001), un film y un soundtrack de tal éxito, que obligó a Warner a renovar a Chris Columbus y John Williams en esto que es Harry Potter and the Chamber of Secrets (2002).
La continuidad Columbus-Williams, a priori, era soñada. El músico supo musicalizar perfectamente el mundo mágico que Warner y Columbus quisieron plasmar en pantalla, insertando además una canción con la que se podría identificar al mundo de Potter eternamente (“Hedwig’s Theme”). Lamentablemente, no todo era miel sobre hojuelas. El compositor norteamericano se encontraba por aquel entonces embarcado en 2 grandes proyectos (“Catch Me If You Can” de Steven Spielberg y el episodio II de Star Wars -“Attack of the Clones”-), por lo que si hay algo que no tenía era tiempo. Fue él entonces el que no supo decir que no. Quizás falto mucha generosidad de su parte, pues no pudo entregarse por entero al proyecto, tanto así, que en la escena del partido de Quidditch entre Slytherin t Gryffindor, escuchamos “Zam the assasin and the chase through coruscant” que Williams compuso para El Ataque de los Clones. Todo esto hizo que el resultado, sin dudas, sea el soundtrack más débil de la franquicia, y salvo una que dos canciones, estamos ante una banda sonora al menos mediocre.
Warner, con la espalda contra la pared, se vio obligada a acudir al compositor William Ross para que afinase y compusiera ciertas piezas que Williams realizaba cuando tenía momentos durante las otras 2 producciones. Sin entrar en la categoría de co-compositor, la figura de Ross (y la intermitencia de Williams) son los 2 elementos claves a la hora de analizar esta banda sonora. Sólo con Ross presente podemos entender que este proyecto haya salido a flote cuando estaba muy lejos de poder navegar. Compositor de muy bajo perfil por aquel entonces y ahora, tenía sólo un par de soundtracks muy menores sobre sus hombros (simultáneamente a La Cámara Secreta está “Tuck Everlasting” y “My Dog Skip” en 2000), no obstante, poseía amplios pergaminos como asistente en el mundo de las bandas sonoras y fuera de él (con trabajos para Barbra Streisand, Celine Dion, Sting y Michael Jackson, entre otros). Su calidad técnica era indudable, lo que ponemos en duda es su aspecto creativo.
Pese a que se nota que La Cámara Secreta es el disco menos trabajado de la franquicia, a su haber tuvo una nominación a los Grammy y un interesante resultado en ventas para un soundtrack en el mercado norteamericano (llegó a estar 81 entre todos los discos, y 5to en la categoría de bandas sonoras). Por eso no todo es negativo en cuanto al legado de la música de la segunda película. Quizás otra de estas características destacables (la más importante en mi opinión) es el inicio de una tradición que podríamos denominar de los “prólogos”. Desde acá en adelante, todas las películas de Harry Potter iniciarán con una variación de “Hedwig’s Theme”. En este caso, quizás una de las más poderosas, pues “Prologue: Book II and the Escape from the Dursley” incorpora los mejores temas del primer disco a la hora de la fuga de Harry de la casa de los Dursley, no obstante puede hacérsele una fuerte crítica. Si antes veíamos cosas de “Home Alone” en La Piedra Filosofal, desde el prólogo de La Cámara Secreta vemos claras referencias a “E.T.” y “Jurassic Park”, dos de las producciones más conocidas de John Williams. Creo que incluso no hay vergüenza en incluirlas en escenas parecidas (vuelo de E.T en la bicicleta, vuelo del auto de los Weasley). Se ve mucho material preexistente también en “Reunión of Friends”, la canción de recuerdos de Harry que ya identificamos en la primera y última película, pero con ciertos elementos nuevos en ella que hacen que la música parezca más una de una película ochentera que una del mundo de Harry Potter, que como sabemos, fue grabada desde el año 2000 en adelante pero su historia tiene lugar en la segunda mitad de la década de los 90’s.
Otra cosa interesante de La Cámara Secreta es la inclusión de canciones que aportan mucho más en el suspenso, a diferencia de la película anterior. Como es lógico, este tema suena cuando cuentan la historia de la Cámara de los Secretos y, otro ejemplo, cuando Harry se aventura en el diario de Tom Riddle y éste le responde. Por eso, en el fondo, no es una canción que podamos atribuir a la Cámara Secreta, sino a Tom Marvolo Riddle (anagrama de “I Am Lord Voldemort”), y que se muestra en majestad en “Meeting Tom Riddle”, la mejor del disco. Creo que las fuertes trompetas hacen referencia a la serie de estatuas de serpientes presentes en la Cámara. Además, es interesante hacerles notar que a lo largo de las 8 películas y 8 discos, sólo 3 canciones de 181 (si conté bien), tienen como título el nombre del villano de los libros. Esta no es la excepción, quizás una clara alusión a que si en los libros Voldemort no puede ser nombrado, en las bandas sonoras su nombre no puede ser usado. Por eso se prefirió evitar toda referencia en el soundtrack a Voldemort, evitando además spoilers que podrían derivarse de la lectura del tracklist como nefastamente ha sucedido en otros casos, siendo el más grotesco Godzilla (2014).
En esta película se incorpora un personaje que será fundamental en el resto de las películas, Dobby, y por supuesto tiene su tema (“Dobby The House Elf”). Además hay otras canciones interesantes, que no forman parte de otras piezas como para trascender como “tema”, pero que sí deben ser rescatadas. Me refiero a la huída de las arañas en el bosque prohibido con “The Spiders” (de 8 notas como los pies de las arañas) y “Fawkes is reborn”, entre otras. En ese sentido, además, es interesante la marcha casi cómica que aparece en las escenas en que Severus Snape (todo mi respeto por Alan Rickman) le enseña a los alumnos de Hogwarts a defenderse contra los ataques de fuerzas oscuras en duelos con el charlatán profesor Lockhart. Pueden verla en “Dueling Club”. Poco más que destacar, en definitiva. Quizás el climax de “Dueling The Basilisk” en el enfrentamiento de Harry por salvar a Ginny.
Por todo esto, sin dudas, The Chamber of Secrets es una banda sonora de transición. El cambio de director en la próxima película (Columbus por Cuarón), obligó en la práctica a Williams a no caer en sus mismas deficiencias, entregando un trabajo completamente distinto al que hizo para esta película, y en general, distinto en comparación a todo su trabajo para Harry Potter. Pero no podemos dar por terminada la columna sin valorarla como la despedida de Williams. Pese a su trabajo en The Prisoner of Azkaban, para mí esta fue la banda sonora con la cual Williams nos demostró sus faltas de ganas de trabajar en la franquicia. Quizás, simplemente, fue lo mejor que Williams pudo entregarnos en su momento debido al escaso tiempo. De una u otra forma, sirvió para que Warner optara por otro camino a partir del Cáliz de Fuego.
2 opiniones en “John Williams – Harry Potter and the Chamber of Secrets (2002)”