Abel Korzeniowski – W.E. (2011)

W.E. es nuestro placer culpable: hermosa banda sonora para una discreta película.

Estimados lectores, la columna de bandas sonoras cambia de día por el especial del Festival In-Edit Nescafé que se viene, pero la calidad sigue siendo la misma. Tengo el agrado de traerles por primera vez al compositor polaco Abel Korzeniowski, uno de las nuevas figuras que está marcando tendencia en Hollywood y Europa, y su delicado trabajo en uno de mis discos favoritos, W.E. (2011). 

Cuando la gente de Revius se acercó para invitarme a participar de este proyecto con una columna de bandas sonoras, puse dos condiciones. La primera era hacer entregas quincenales, con el objeto de tener tiempo para escribir y no ir agotando temas. Como se darán cuenta, he ido renunciando (a mi felicidad) a este “derecho”, escribiendo (por un motivo u otro) casi todas las semanas. La segunda era poder escribir sobre lo que yo quisiera, aún cuando se tratara de bandas sonoras que son acompañadas por bodrios de películas. Cuando pedí eso pensaba específicamente en W.E., el bastante discreto proyecto de Madonna del 2011 pero cuya banda sonora de Abel Korzeniowski se ha convertido en algo que los gringos llaman “fan favourite”.

Supongo que muchos de ustedes no han visto la película, por lo que les resumiré un poco de ella, en especial porque en abstracto la idea era bastante interesante. W.E. es el segundo proyecto direccional grande de Madonna, luego de Filth and Wisdom el 2008. Básicamente cuenta dos historias. La primera de ellas centra en Wallis Simpson (Andrea Riseborough), la pareja nortamericana del Rey Eduardo VIII (James D’Arcy). De las iniciales de ambos se obtiene el nombre de la película (W.E.). La segunda historia transcurre 60 años después, donde una mujer de Nueva York llamada Wally (Abbie Cornish) vive una historia parecida a la de Simpson, con una crisis sentimental a cuestas marcada por la violencia.  Escapando un poco de su realidad se enamora de un guardia ruso (Evgeni) que resguarda el lugar donde hay una presentación de bienes de Wallis Simpson y se subastan parte de ellos, personaje que le obsesiona.

Cuando digo que la idea es buena pero la película mala, me refiero en específico al punto de vista con que Madonna presenta la relación Eduardo-Wallis por un lado, y Wally-Evgeni por el otro. La primera narración es interesante, la segunda directamente sobra. Muchas personas han definido al Rey Eduardo VIII como el hombre más romántico del universo. Muchos se preguntan ¿qué gesto de amor puede ser más fuerte que abdicar para estar con el amor de su vida? Bueno, Madonna apunta a lo contrario. Buscando reivindicar la figura de Simpson, el relato se centra en la figura ellas y el gran sacrificios que hizo (comparable al de Eduardo), para estar con el amor de su vida. Así, vemos como Simpson tuvo que renunciar a su anonimato para transformarse en la “puta” de Reino Unido, a lo que debemos sumar su origen norteamericano, sus dos anteriores divorcios, etc. Con ello es natural imaginar el odio que el pueblo británico tenía hacia quien hizo abdicar a su joven y  carismático rey. Todo bien hasta acá. El problema surge con la segunda historia, la cual es muy débil y forzada, buscando conectar lo casi inconectable (la conexión de nombres es a lo menos burda), justificando la trama en la supuesta similitud que existe entre estas dos mujeres frágiles y maltratadas por sus maridos que encuentran el amor en quien menos esperaban. En eso cae W.E., porque la historia de Wallis Simpson es notable y se bastaba a sí misma. Pensemos. Actriz, dos relaciones amorosas  fracasadas, ascenso con Eduardo, abdicación de éste, reclusión en Francia, etc., etc., etc. ¿No era suficiente eso? Les propongo la siguiente línea: “La historia de la reina exiliada por un reino que fue, al menos poéticamente, suyo”. Pero no. Madonna quizo ir más allá y perdió. Por eso la crítica la destruyó (tiene  13 de 100 puntos en Rotten Tomatoes, aunque personalmente creo que es mucho castigo  ponerle sólo 13).

Madonna-Elenco

Abel Korzeniowski saltó a la fama en Estados Unidos con su trabajo en “A Single Man”, el film de Tom Ford (quien fuera director creativo de Gucci) sobre un solitario profesor homosexual  (magistralmente interpretado por Colin Firth) que pierde a su gran amor y con ello su vida colapsa. El trabajo musical era tan fino pero intenso, que centró la atención de grandes productores en el mundo entero y en especial de Madonna, quien incluso usó esa banda sonora en los primeros cortes de W.E. Luego de un par de averiguaciones, Madonna decidió dar luz verde al proyecto. Subió al barco a Korzeniowski pero con ciertos límites.  En específico, restringió un poco su campo de trabajo, exigiéndolo una banda sonora que no fuera “sobre pensada”.  Lo invitó a pensar menos como músico, y más como narrador. Por eso la consigna era clara. En lo simple muchas veces está la belleza, y como dicen algunos, menos puede ser a veces más. Y el resultado fue notable.

Korzeniowski diagramó un soundtrack bastante atemporal, inspirado en el amor irracional de ambas mujeres, olvidándose un poco de los 60 años de diferencia entre una historia y otra. Es más, el autor señala que en las partes antiguas del film intentó que la música fuera en especial moderna, y viceversa, la historia moderna debía estar marcada por un toque más clásico. Eso ayuda bastante en la narración, y potencia en especial la historia de Wally en Nueva York. De hecho, la mejor canción del disco, “Evgeni’s Waltz” corresponde a la historia de la chica neoyorkina.

Les propongo que partamos con “Evgeni’s Waltz” entonces, canción interpretada en la película por el guardia ruso (otra buena actuación de Oscar Isaac). Un vals  de piano marcado por una belleza que es sinónimo de un amor imposible, aparece en la película cuando Evgeni comenta la muerte de su mujer, y accede a interpretarle a Wally la canción que para ella compuso. Son 2 amores imposible entonces. El de un viudo y la mujer que ya no tiene a su lado, y el de un guardia de una sala de exposiciones con una adinerada e inalcanzable mujer casada. Ambos amores son en el fondo ilusiones. Como en todos los momentos de mayor tranquilidad del soundtrack, el piano es quien se roba la película con esta canción. Si alguno de ustedes sabe tocar piano, lo invito a intentar con esta partitura que Korzeniowski puso a disposición del público.

movie-W.E.-Soundtrack 2011-Abel Korzeniowski-www.lylybye.blogspot.com

Otra notable composición que parte con piano es “Letters”, dando paso a unas suaves cuerdas que ya hacia el final de la canción toman el total control de ella. Esta canción participa de un momento fundamental en la película, que es cuando Wally tiene acceso a las cartas de Wallis Simpson, confirmando lo gris que terminó convirtiéndose su vida en base a rumores, su reclusión en el sur de Francia, la persecución de la prensa, la culpa que Simpson sentía por su infertilidad, y cómo, en definitiva, Eduardo arrancó de su prisión escapándose con Wallis, pero con el costo de dejarla encerrada a ella en otro. La conclusión: el romance del siglo (así la tradujeron al español) fue el más difícil de vivir. Bien parecida pero no menos virtuosa es otra canción que aparece en un momento difícil de la historia. Hablo de “Abdication”.

Siendo todas las canciones notable, el trabajo de Korzeniowski en W.E.  es agridulce. Su música es capaz de transmitirse el amor intenso de Wallis con Eduardo, pero a la vez el sufrimiento que significaba para ella su nueva vida.  Lamento y esperanza están a la vuelta de la esquina pese a ser emociones bastante conflictivas y distantes.  Mucho de ello lo pueden encontrar en “Charms”, la canción con la cual se introduce la historia, y una de las mejor valoradas por los expertos.

Ahora, en Korzenioswki no todo es virtud. La gran crítica que podemos hacerle (y de forma fundada) es la especie de “plagio” que se hace a sí mismo en distintas películas. Así, parece que opera con ciertas “muletas” que calzan como sastre en cada película debido a su belleza, pero que restan originalidad a cada proyecto. A modo de ejemplo, les dejo la canción “Dance for me Wallis” de W.E. para que la comparen con “Daydreams” de “A Single Man” y saquen sus propias conclusiones. Esto sin decir las partes de la banda sonora de la película PU-239 que se parecen a otras acá.

Madonna no sólo dirige la película, también canta para le película. “Masterpiece” es el tema que aparece en los créditos y que luego integró a su disco MDNA. En Masterpiece se refleja la luz que Wallis trajo a la vida de Eduardo. Para éste último , Wallis era una obra maestra de belleza inalcanzable, pero dado su rango e investidura ella estaba condenada a estar encerrada como una obra en un museo.  Premiada con el Golden Globe a la mejor canción original en una película, no pudo postular al Oscar por un tema técnico: es la segunda canción que suena en los créditos, y no en la primera. Con ello se cierra el disco y nuestra columna, con una banda sonora que no debe pasar desapercibida a nadie.

 

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3 opiniones en “Abel Korzeniowski – W.E. (2011)”

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